lunes, 19 de septiembre de 2011

¿A salvo de las privatizaciones?

Ayer iba a apagar la tele cuando encontré a Jordi Évole y su Salvados en La Sexta. Esta semana hablaba de los recortes en sanidad y educación que se están realizando en algunas comunidades, como Madrid y Cataluña.

Me llamó la atención en especial la entrevista a Pedro Schwartz, un economista liberal. En ella explicaba que el estado de bienestar que "disfrutamos" en la actualidad es demasiado amplio y que muchas veces la población lo malgasta o directamente se aprovecha de él, como en el caso de las bajas, la sanidad, etc. La solución para él es clara: que cada uno la pague de su bolsillo. Como eso duele más, lo controlaremos mejor.

No parece que se le haya pasado por la cabeza a este señor que en lugar de pagar cada uno lo suyo se pueda enseñar a la gente que lo público no es que no sea de nadie, sino que es de todos. Algo que, por cierto, muchos tenemos aprendido ya, pero parece que para Schwart no es suficiente. En eso un poco de razón si que tiene, vista la cantidad de contenedores que se queman en Zaragoza, por ejemplo. El problema es que eso sería una materia para Educación para la Ciudadanía, una asignatura que no tiene demasiado predicamento por algunos lares. No, mejor que quien pueda pague y quien no, allá él.

El Roto, hoy en El País

Que nadie crea que eso fue lo más alucinante que se escuchó ayer. Dentro de esta entrevista se emitió una pieza en la que se preguntaba a varias personas si les parecían bien los recortes. A priori, todos decían que claro que no. Después les decían que si en vez de tener bomberos públicos, sería más barato tener una mutua privada. Y ahí ya no les parecía tan mal. A nadie se le ocurría qué pasaría si, por ejemplo, un vecino no estuviera asegurado y se incendiara su casa: el fuego se extendería hasta que llegara a una casa que sí lo estuviera. Pero, ¡qué más da! Será su culpa, por no tener dinero para pagar.

Se les ponía otro ejemplo, la luz de las farolas. ¿Para qué van a estar encendidas toda la noche si la mayor del tiempo no sirven para nada? Mucho mejor que quien pase eche un par de céntimos y se enciendan. Que con eso se ahorra y hay menos calentamiento climático y tal. Y a todo el mundo le parecía estupendo, nadie pensaba que se pudiera hacer lo mismo teniendo un botón para que se encendieran, con lo que se ahorraría y todo el mundo podría permitírselo.

Quiero pensar que estas reacciones se debían a los nervios de estar delante de una cámara y no a que la mayor parte de la gente sea (seamos) tan crédulos y tan poco solidarios. Claro, que eso explicaría porqué se realizan estos recortes. No olvidemos que la gente que nos gobierna es a la que ha votado la mayoría. Y muchos de nuestros políticos llevan el suficiente tiempo agarrados a una poltrona como para que no los conozcamos.

viernes, 16 de septiembre de 2011

Palestina intenta entrar en la ONU

El día 23 de septiembre todas las miradas estarán puestas en la ONU. El próximo viernes Mahmud Abbas, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina pedirá a la Asamblea General que reconozca a Palestina como un estado de pleno derecho. Por ahora, es solo una institución con invitación permanente, sin derecho a voto y como tal quiere que permanezca Israel. Israel se niega al cambio y su primer ministro, Benjamin Netanyahu, hablará tras Abbas para pedir el voto negativo.
Mahmud Abbas, hoy durante el anuncio de la petición del reconocimiento de
Palestina como Estado.  EL PAÍS / Tara Todras-Whitehill (AP)

La última palabra, en todo caso, la tendrán Estados Unidos. Si la Asamblea General aprueba el reconocimiento, y tiene asegurados suficientes votos a favor (entre ellos muy probablemente el de España), la petición pasará por las manos del Consejo de Seguridad. De sus cinco integrantes, Rusia y China votarán favorablemente y Francia y Gran Bretaña se abstendrán. Así, la pelota queda en el campo de EEUU.

Y he ahí el mayor problema para la creación de Palestina: Estados Unidos dirá no. Aunque en los últimos años se haya alejado un poco de Israel (como con la propuesta de un diálogo basado en las fronteras entre los dos países en 1967), siguen siendo aliados y tras la caída de apoyos importantes de Estados Unidos en la zona (como el presidente egipcio Mubarak) no es momento de perder a otro, aun a costa de empeorar su imagen entre los nuevos gobiernos surgidos de las revoluciones árabes. Según EEUU, la única manera de que Palestina llegue a ser un Estado es a través de unas negociaciones con Israel, tal y como estipulan los Acuerdos de Oslo.  Los mismos acuerdos, por otra parte, que en 2002 el entonces ministro de Asuntos Exteriores Netanyahu, declaró "nulos" tras un atentado en Hebrón.

Israel sí parece dispuesto a aumentar el estatus de Palestina según Haaretz, aunque no explica cómo. Seguramente su posición sea la misma que la del Vaticano: el de Estado observador. Así, Palestina podría denunciar a Israel ante la Corte Penal Internacional, por lo que una de los compromisos que deberá aceptar para conseguirlo es no denunciar a su vecino.

La disposición de Israel de aceptar esta mejora choca con la publicación en las últimas semanas de una serie de vídeos en la que el viceministro de Exteriores de Israel, Danny Ayalon, habla sobre la creación de Israel y la ilegitimidad de un futuro Estado Palestino. Estos vídeos (uno sobre Cisjordania y otro sobre los procesos de paz) se presenta a Israel como la víctima de sus vecinos árabes, negando la legalidad de las fronteras de 1967, pidiendo que los territorios ocupados se denominen "disputados" o diciendo que Israel le ofreció en 1998 el 100% de los territorios palestinos a Arafat y este los rechazó.

Sin embargo, Israel no puede dejar pasar la ocasión de acercarse a Europa aunque esto le cueste que Palestina esté más cerca de ser un Estado. Israel también ha perdido a Mubarak como aliado y con Turquía saltan chispas desde el ataque a una flotilla de Gaza y la muerte de ciudadanos turcos. No es momento de enemistarse con más gente.

El viernes, tanto Israel como Palestina se jugarán su futuro.



lunes, 12 de septiembre de 2011

Vida y ... de Mackie Navaja

Ladrones, mendigos, putas, policías y la visita del Papa. No, no es lo que pensáis: estos son los ingredientes que forman "La ópera de los tres reales", que el sábado y el domingo se ha representado en el Teatro Principal de Zaragoza. Eso sin olvidar el más importante, el personaje de Mackie Messer, más conocido como Mackie Navaja (o, como aquí, Mackie de la Faca), que ha inspirado cómics y muchas versiones de su "Balada de Mackie el Navaja".

Mackie Messer (Luis Tosar en la versión del Centro Dramático Gallego) es el mayor criminal de la ciudad. Pero comete el error de casarse en secreto con Polly Peachum (Muriel Sánchez), la hija del rey de los mendigos. A su padre no le hace gracia el enlace y decide que Mackie tiene que acabar en la horca. El jefe de policía (un divertidísimo César Goldi) será amigo de Mackie, pero Jonathan Peachum (Marcos Orsi) se guarda un as en la manga...

Las críticas al sistema bancario, a la corrupción y el capitalismo pueblan la obra y la similitud con la situación actual hace reír por no llorar. Hay que recordar que, aunque por el tema pueda parecer actual, Bertolt Brecht escribió la obra en 1928. Nada nuevo bajo el sol, al menos en lo básico.

Lo mejor de cada casa, sobre las tablas del Principal.
Foto: Heraldo

Antes de la obra, se avisó de que parte del reparto tenía laringitis. Si no lo hubieran dicho, probablemente la mayor parte del público ni nos hubiéramos dado cuenta. Al fin y al cabo, unas voces con pequeñas imperfecciones parecen más propias de unos personajes salidos de los bajos fondos que las de unos cantantes de ópera.

Otro elemento que a priori podría parecer un inconveniente es que las canciones estén en gallego, pero en realidad transmite una imagen mucho más cercana a la imagen que podemos tener de la ópera (cantada normalmente en alemán o italiano) que si hubieran sido interpretadas en castellano. El único problema es la traducción, que aparece en un luminoso colgado en la parte superior del escenario y que a veces hacía un poco difícil seguir la letra y lo que ocurría en el escenario al mismo tiempo.

El escenario, con solo un par de escaleras y unas trampillas, deja casi todo a la imaginación del espectador. Es la puesta en escena la que da los toques surrealistas, como una imitación a Charlot y una detención al estilo de los títeres de cachiporra, que provocaron las carcajadas del público.

La temporada teatral se ha estrenado con una obra divertida, provocativa y mordaz que pondrá el listón alto a los que vengan detrás.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Diez años después

Hoy hace diez años del día que cambió el mundo. A algunos les parecerá una exageración, la caída de las Torres Gemelas tuvo lugar a miles de kilómetros de ellos, pero sus consecuencias nos tocaron (y nos tocan) a todos muy de cerca.

Las guerras de Afganistán e Irak, Guantánamo, el 11-M, las normas que nos hacen descalzarnos en los aeropuertos, la crisis económica... En un mundo global, lo que ocurre en una parte del planeta repercute en la otra.

Hoy se recuerda a las personas que murieron aquel día con la inauguración de un monumento en el lugar que ocupaban las torres. Otras nuevas se construyen en la llamada Zona 0, en un intento de volver a la normalidad. Pero diez años después, la normalidad no ha vuelto.


El Memorial a los caídos, en el lugar que ocupaban
las Torres Gemelas de Nueva York.

La muerte de 2.983 personas aquel día de septiembre sirvió de excusa para muchas cosas. Se comenzó una guerra en Afganistán y otra en Irak, esta última por razones oscuras (desde luego, no por unas armas de destrucción masiva que nunca aparecieron) y se permitió la tortura sistemática de sospechosos en Guantánamo. Recordemos que algunos de los torturados viven hoy libres en nuestro país, pues no se pudo probar ninguna vinculación con el terrorismo. Mientras, Afganistán se deshizo de los talibanes, pero la situación de la mujer es parecida a la anterior de la guerra: la mayoría siguen atrapadas tras el burka, las niñas escolarizadas son atacadas y los talibanes siguen acechando esperando de nuevo su momento.

También nos acostumbramos a que las medidas de seguridad en los aviones rocen el absurdo, como el no poder subir agua a los aviones (pero sí un mechero en el bolsillo). Los atentados del 11-M tuvieran lugar en trenes de cercanías y el 7-J en buses urbanos, pero por ahora no nos hacen descalzarnos cada vez que vamos al centro. En cualquier caso, el aumento de las medidas de seguridad tampoco parece que hayan cortado las alas a los terroristas.


La inseguridad ha crecido en todo el mundo. Tras el 11-S llegaron el 11-M y el 7-J, pero también cientos de atentados en Afganistán, Irak, Pakistán, India, Marruecos... que muchas veces se olvidan pero que tienen el mismo sello: el terrorismo islámico. Y con él vinieron la confusión entre musulmanes y terroristas y el aumento de la xenofobia.

Este año es especial no solo porque haya pasado ya una década, sino también porque es la primera conmemoración del atentado tras la muerte de Bin Laden. Las dos guerras comenzadas por EEUU tras el 11-S poco tuvieron que ver con su muerte: Bin Laden escapó de Afganistán rápidamente y solo lo encontraron diez años después en Pakistán. Pero Al Qaeda tiene una nueva cabeza y no parece fácil borrarla del mapa.

Todavía hoy ni siquiera se han terminado de reconstruir la Zona 0. Dificultades en la planificación y la burocracia se han unido a una crisis económica que mucho tiene que ver con los atentados. Estos trajeron el temor a una guerra y el miedo no es un buen aliado de la bolsa. Los bancos se liaron a dar créditos sin mirar si los deudores podrían pagar y la burbuja inmobiliaria se fue hinchando en EEUU. Cuando explotó, la metralla llegó a todas partes, desde Grecia a Somalia.

Diez años después, en definitiva, el mundo ha cambiado mucho, y desde luego no para mejor.


viernes, 9 de septiembre de 2011

Los políticos y el dinero

Ayer supimos algo más de los políticos: cuánto ganan, al menos lo que cobran del Congreso y el Senado, las casas que tienen, los coches que conducen... Las webs de las dos instituciones se colapsaron y con razón. Y no solo porque, como dicen algunos, vivimos en un país de cotillas (que también), sino porque tal y como están las cosas, nos demuestran una vez más que (la mayoría de) los políticos no son como nosotros.

Para empezar, no son raros los que tienen varias casas y varios coches, ahora que mucha gente lo tiene crudo para tener una. Por ejemplo, el exalcalde de Zaragoza y actual senador, José Atarés (PP), posee tres viviendas, dos plazas de garaje y más de 6.000 euros en acciones y participaciones en negocios, además de un Audi A-8 y un Renault Megane de 2002 y 2004.

El expresidente de Aragón, Marcelino Iglesias (PSOE), también es senador, así que se puede averiguar igualmente sus posesiones. Con los más 90.000 euros al año que ganaba como presidente, sorprende un poco que estas se reduzcan a una casa y un piso en Huesca, un aparcamiento en Zaragoza y un almacén, una era y varias parcelas rústicas heredados. Además, debe a la Caja Rural 27.027,53 euros de hipoteca. Eso sí, de coche, un Audi A-4 de 2005.

Hay que reconocer que no todos declaran tantas propiedades. Fernando Elboj, exalcalde de Huesca, no dice cuánto pagó de renta el año pasado, pero sí asegura poseer una casa y un aparcamiento en su ciudad, 84.347,37 euros en la cuenta y un Renault Megane del año pasado.

Menos los leones, todos tienen que declarar sus propiedades
(aunque algunos se hayan hecho los locos)
Sabemos que sobre sus hombros pesan grandes responsabilidades. El problema es cuando, para parecer cercanos, sueltan perlas como que tienen que mirar su cartilla a fin de mes y tiene los mismos problemas que el resto de los ciudadanos. Lo dijo Mariano Rajoy hace un par de años. Hoy sabemos que gana solo como portavoz del PP 98.225,90 euros al año.