Público, CNN+, Localia, Bloomberg TV España, Veo7, ADN y
Metro son algunos de los principales medios de comunicación que no han podido
sobrevivir a esta crisis en la que el periodismo está inmerso. Pero el problema
no solo son los medios que desaparecen, sino que los medios que siguen en pie
optan por reducir cada vez más su plantilla con esa práctica que está tan de moda: los EREs.
El diario El Mundo también va a unirse a esta práctica y planea despedir a unos
200 periodistas, es decir, el 30% de su plantilla.

“Hoy denunciamos la existencia de contratos de trabajo
leoninos y las ofertas de empleo indignas; la negativa de los gobernantes a
asumir públicamente las explicaciones ante los ciudadanos, practicada
reiteradamente con las convocatorias de prensa sin derecho a preguntas o la
utilización política de concesiones de publicidad institucional o de licencias
de radio y televisión .”
Solo en este primer trimestre del 2012 se han destruido
1.300 puestos de periodista en toda España según la Federación de Asociaciones
de Periodistas de España (FAPE) y desde el 2008, ya son unos 6.200.
Pero el periodismo no está enfermo solamente por las tasas
de desempleo que cada vez son más altas. En algunos países de Oriente Próximo, como
Siria, Irán y Arabia Saudí se practica diariamente la censura y la represión
contra los informadores. Y en Latinoamérica las cosas tampoco están mucho mejor;
las mafias mejicanas de Ciudad Juárez se cobran la vida de los periodistas que saben demasiado.
Sin periodistas no hay periodismo. Sin periodismo no hay
democracia.
El problema es que ahora los medios de comunicación tienen mano de obra barata al alcance. No son negros ni chinos: son los periodistas en prácticas recién salidos de la carrera o en los primeros cursos. Los medios de comunicación pueden permitirse despedir a gente porque también pueden conseguir trabajadores por menos dinero.
ResponderEliminarNo es algo exclusivo del periodismo, pero es especialmente grave en esta profesión porque es un pilar fundamental de la democracia.
Los profesores de periodismo nos piden sin pudor que hagamos prácticas y nos están condenando a que cuando queramos trabajar, haya otros becarios que nos quiten el trabajo.
Al final, trabajaremos no por dinero, sino por la esperanza de conseguirlo algún día.