miércoles, 26 de octubre de 2011

Estudiar con casco

¿Os imagináis tener clases en una Facultad en la que cada cierto tiempo se cae el techo de una aula? Bueno, pues los alumnos de Filosofía y Letras de la Universidad de Zaragoza no lo imaginamos. Lo sabemos.

Ayer mi amigo Luis iba tan tranquilo por el pasillo cuando vio el estado de la clase que está junto a la suya. Esto es lo que se encontró:

Fotos: Luis Osés 

Esta es el aula VII Inf., la antigua reprografía, hoy convertida en una clase en la que poco antes estaban estudiando los alumnos de Información y Documentación.

Puede que la causa haya sido un fallo al colocar los cables, como aseguran en Heraldo. El problema es que ni siquiera es la primera vez que ocurre.



¿Y la reforma? Pues aplazada sine die. Es gracioso leer noticias de 2008 en las que se decía "las [reformas] de Filosofía se retrasarán a 2009". Dos años después se sigue sin colocar ni un ladrillo. Por cierto, esta tendría que ser la Facultad actualmente:






Bonita, ¿eh?

Pero como eso por ahora solo está en la cabeza del arquitecto, ya sabéis: a partir de ahora y por si acaso, a la Facultad con casco.


jueves, 20 de octubre de 2011

Punto y final

La entrada de hoy iba a tratar de otra cosa. Pero hay noticias que te cambian la cara cuando las escuchas y que te obligan a comentar, a teclear lo que te pasa por la cabeza. Hay días que la noticia de portada está clara, y hoy es uno de esos días.

Cuarenta años de terrorismo con un punto y final. Hoy. Hoy miles de personas pueden respirar un poco más tranquilas, tienen una preocupación menos. Porque hoy ETA ha dado la única buena noticia que podía dar. Su desaparición.


A partir de este momento, Euskadi es más libre y con él todos nosotros. Porque aquellos que se clamaban por su libertad (recordemos que ETA son las siglas de Euskadi Ta Askatasuna, Euskadi y Libertad), eran precisamente los que hacían que muchos de sus ciudadanos no fueran libres, que necesitasen ir con escolta hasta a buscar el pan. Hoy todos aquellos que no hablan por miedo son más libres, los que no pasaban por algunas calles, los que bajaban la cabeza temiendo lo peor.

Tres etarras anuncian el cese de la violencia, pero manteniendo la estética 

En cuarenta años, son muchas las heridas causadas. Todas esas heridas han dejado cicatrices que no desaparecerán. Cada vez que veamos ciertas caras, que pasemos por ciertas calles, seguiremos recordando lo que ocurrió. Pero a partir de hoy, recordaremos también que no se repetirá, que por fin la paz y la democracia han ganado. Y, por fin, los que resistieron, los que perdieron su vida por oponerse a los fanáticos o sufrieron su acoso verán recompensado todo el horror y el miedo.

Hoy se cierra una etapa, pero no es el final. Porque aún quedan crímenes sin resolver, aún hay extorsionadores que no han pisado una cárcel. Porque hay personas que no diferencian independentista de terrorista, ni terrorista de patriota. Porque dudo que los que hace cuatro días gritaban "gora ETA" sean hoy, mágicamente, demócratas de toda la vida. Porque hará falta mucha educación para todos, dentro y fuera del País Vasco, para poder convivir sin recelos, sin mirar hacia atrás. 

Hoy es el punto final de muchas cosas, pero mañana se deberán comenzar muchas más.