viernes, 20 de mayo de 2011

Una plaza llena de ideas

Llevan casi una semana y no tienen intención de marcharse. Cientos de personas se manifiestan continuamente en la Plaza del Pilar, igual que otras tantas lo hacen en Sol, en la plaza Cataluña... Cada uno piensa de una manera y vota a unos partidos diferentes. Pero eso no es un problema. Hablan, discuten, enfrentan sus posturas, deciden y hacen. Vamos, lo que deberían hacer los políticos en los parlamentos...


No piden la luna. Muchos están de acuerdo o al menos apoyan muchas de las medidas que propone la plataforma Democracia Real Ya. Cosas como que los políticos tengan que publicar obligatoriamente su patrimonio, que las jubilaciones sean a los 65 años (al menos hasta que se acabe con el paro juvenil), que quien haya perdido su casa no tenga que continuar pagando la hipoteca, hacer más referendum y cambiar la Ley Electoral para que el voto en blanco tenga su espacio...

No son solo jóvenes los que protestan. Gente de todas las edades participa en las asambleas diarias que se organizan en los campamentos. Hoy, por ejemplo, un grupo de estudiantes de Periodismo han estado dando una clase sobre la influencia de las redes sociales en movimientos como este. No solo han hablado los profesores o los alumnos, sino que todo el que pasaba por ahí opinaba, escuchaba y daba sentido a la palabra Universidad.


Mañana es la jornada de reflexión y durante todo el día se ha rumoreado que se haría desalojar la plaza. No parece que sea así, sino que cientos de personas volverán, como lo han hecho durante esta tarde, a llenar de palabras, color e ideas la plaza del Pilar.

sábado, 7 de mayo de 2011

Miles de besos (y alguna bofetada)

Comienza la campaña electoral. Sí, lo que había hasta ahora era pre-campaña, lo gordo empieza ahora. Hasta el 22 de mayo tendremos a políticos que nos invitarán a sentarnos en un banco con ellos, nos regalarán flores, nos darán besos, caramelos, globos para que les votemos. Si eso no funciona, nos prometerán de todo: más cultura, más empleo y la luna si hace falta. Luego no habrá dinero, o la situación internacional lo impedirá o habrá cosas más importantes que hacer. No pasa nada, eran promesas, todos lo sabíamos.

Forges, como siempre, dando en la diana
Estas elecciones son especiales. Son municipales y autonómicas, conocemos a los que votamos, los hemos visto por la calle (pero no en el bus, si acaso en el tranvía), nos han mirado a los ojos. Les votamos porque confiamos en ellos, en que son diferentes. Seguramente muchos lo sean, pero los que más gobiernan y los que más gritan son siempre los mismos.

Además, muchas veces parece que se olviden de que están para servir a la sociedad, no para meterse en peleas entre ellos. En los últimos días, hasta el terrorismo se ha convertido en arma arrojadiza con la inclusión de Bildu en las elecciones. Si el Tribunal Constitucional lo aprueba, será porque ha habido presiones políticas, dicen los unos. Eso a pesar de que los que supuestamente han presionado, parece que tampoco están muy contentos con la decisión. Qué importa la separación de poderes si sus decisiones se convierten en votos. Mientras aquí ocurre eso, la administración de Obama mata a Ben Laden. Para qué hacer un juicio, un tiro en la cabeza y listo (por cierto, gran artículo en Le Monde con lo que podría haber dicho en un juicio...). Las democracias de todo el mundo lo aplauden. Aguirre aprovecha para "recordar" que Ben Laden nunca reconoció el atentado del 11-M (aunque en El Mundo podemos encontrar una noticia que indica lo contrario). Ya estamos otra vez...

Pero no todo está tan mal. Hay pequeños cambios, que esperemos estén seguidos de otros. Por ejemplo, algunos medios de comunicación por fin han decidido no cubrir las pseudo-ruedas de prensa sin preguntas. Se escriben libros como Indignaos y Reacciona. Hay reacciones a problemas concretos, como las hipotecas. Pero parece que falta algo para que pasemos de la indignación (que sí que mucha gente tiene) a la reacción. Si no, seguiremos como siempre, con besos antes de las elecciones y bofetadas después.