Quizá hoy hayas entrado en Twitter y hayas visto que #mani4f es trending topic. Quizá hayas visto un cartel como el de la imagen. O quizá no hayas hecho nada de eso y te preguntes qué es eso del 4F.
Todo empezó el 4 de febrero de 2006 en la calle Sant Pere Més Baix de Barcelona. Allí se celebró una fiesta okupa, que terminó en una trifulca con la policía y un guardia urbano en coma. Al día siguiente, el entonces alcalde de la ciudad, Joan Clos, declaró que el hombre había sido golpeado con una maceta tirada desde el edificio donde se celebraba la fiesta.
Pero ese mismo día la policía cambió su versión de los hechos: el agente había sido herido por una pedrada lanzada desde la calle. Tras este cambio se detuvieron a varias personas y, con el testimonio de los guardias Víctor Bayona y Bakari Samyang, se condenó al chileno Rodrigo Lanza por la agresión y al resto por la pelea. Entre ellos estaba Patricia Heras, que se suicidó seis meses después de entrar en la cárcel, tras la ratificación de las penas por el Tribunal Supremo. Por cierto, el alcalde de Barcelona nunca llegó a declarar ni se ha sabido el porqué de las diferencias de testimonios del primer día.
La historia parece terminar aquí, con un caso poco claro de agresión, pero no es así.
Allí, Bayona le dio patadas y puñetazos y Bakari Samyang le golpeó en la cabeza, le apagó un cigarrillo en el hombro, le restregó una fregona por la cara y le amenazó con una pistola. Después de todo esto, lo acusaron de haber intentado venderles hachís en la discoteca y agredirles cuando intentaron detenerle.
Los hechos llegaron a los tribunales, donde se condenó a los guardias Víctor Bayona y Bakari Samyang a dos años y tres meses de cárcel y a ocho años de inhabilitación por las torturas y a Yuri Sarran a ocho meses por golpear a Bayona con el vaso y a pagar una indemnización de 2.400 euros a Bayona.
Tras esta sentencia, los condenados en el 4F intentan que su caso vuelva a abrirse, ya que ellos aseguran ser víctimas de un montaje policial por el que Rodrigo Lanza sigue en la cárcel. Y es por eso que esta tarde se han convocado manifestaciones en manifestación en Barcelona, Valencia, Santiago de Chile y Valparaíso. Porque unos policías corruptos y aficionados a la tortura quizá no sean los mejores testigos...
Toda esta historia ha tenido que dar para páginas y páginas en la prensa, ¿verdad? La verdad es que solo se encuentran referencias al caso de Yuri Sarran en El País y La Vanguardia y del caso de Rodrigo Lanza y las manifestaciones en ABC. Es cuanto menos curioso que un caso como este no llene las portadas de, al menos, los periódicos locales. ¿O no?
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