Admito que no caí en la coincidencia. Ayer empecé a leer Memorias de un beduino en el Congreso de los Diputados, el libro en que que Labordeta contaba su experiencia como diputado, justo un mes después de que su autor nos dejara. Pero si escribo esta entrada no es por eso, sino porque, aunque reconozco que todavía no llevo más que unos cuantos capítulos ya puedo asegurar que es muy interesante, y más para los futuros periodistas.
En las memorias, Labordeta cuenta cómo se desenvolvió en el Congreso un hombre que, aunque comprometido con la política desde hacía mucho tiempo, no tenía ni idea de su funcionamiento. Un beduino de los Monegros que, perdido entre los pasillos llenos de diputados, comprende que un hombre solo allí poco puede hacer, y menos con la mayoría absoluta de un partido que no comparte ninguna de sus ideas.
Así, entre anécdotas, retratos de los allí prensentes, etc. explica qué son las comisiones, las proposiciones de ley, las proposiciones no de ley, el grupo mixto... y más difícil todavía, hace entenderlas. Además recuerda alguno de los momentos más importantes de las dos legislaturas (2000-2008) que pasó en Madrid como diputado: el trasvase, el accidente del Yakolev (el avión militar que se estrelló en Turquía), la guerra de Irak...
Un repaso a la política española de (casi) la última década entre la diversión y la reflexión.
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