miércoles, 24 de noviembre de 2010

Darwin y el mono

Visto en erroreshistoricos.com
Han pasado 151 años desde que Charles Darwin publicara El origen de las especies, tal día como hoy en 1859.

Pero esta historia empezó 28 años antes, cuando un joven Darwin se embarcó en el Beagle, una nave que durante cinco años recorrió Sudamérica. O incluso antes, todavía en Inglaterra, cuando comenzó la carrera de medicina (que abandonó porque no soportaba la cirugía) o cuando se decidió a ser sacerdote. Sí, sacerdote, algo que sería muy importante más tarde...

Volvamos a 1831. Darwin tiene 22 años. Su profesor John Henslow le convence de que estudie geología (que tampoco le gustaba) y que se embarque en el célebre Beagle. Seguir sus recomendaciones haría que hoy le recordemos.

Hasta 1836 Charles Darwin visitó Patagonia, Chile, Tierra de Fuego... y las islas Galápago, que se harían famosas por ser uno de los lugares en los que el científico encontraría pruebas para apoyar su teoría. Darwin no iba con la intención de estudiar la evolución, sino para cartografiar las costas de América del Sur. Sus observaciones de la fauna y la flora de los lugares por los que pasó servirían para realizar El origen de las especies... pero no todavía...

Tras su vuelta a Inglaterra en 1836, Darwin publicó un diario de su viaje (1839). Apoyado en teorías anteriores (como la evolución de Lamarck, los estudios de Malthus sobre el desarrollo de la población, etc.), la teoría de Darwin sobre la evolución de las especies fue tomando forma.

Desde el primer momento, el científico vio que su teoría sobre la selección natural, que las especies han ido evolucionando, que no son tal y como Dios las creó, supondría un escándalo. Él lo sabía mejor que nadie, ya que había querido ser clérigo. Por eso maduró durante tanto tiempo sus pensamientos.

En 1959 por fin se decidió a publicar El origen de las especies. Y sí, fue un escándalo. Sus opositores se negaban a pensar que descendían del mono, aunque según Darwin esto no era cierto: no descendemos del mono, sino que compartimos un ancestro común. Muchos no vieron la diferencia y las caricaturas de Darwin como un mono se multiplicaron. Incluso hoy podemos verlas: en la etiqueta del famoso Anís del mono aparece Darwin como un simio. La polémica no impidió las ventas del libro, más bien al contrario: en el primer día fueron vendidos los 1.250 ejemplares. Todo un best seller.

Hoy hace 151 años que se publicó El origen de las especies, pero en estos años no todos se han convencido de que la teoría de la evolución es la que explica nuestro origen. Cada cierto tiempo aparecen noticias sobre el creacionismo o el diseño inteligente: su extensión por Europa, el apoyo del Tea Party estadounidense al creacionismo... Vamos, que el escándalo sigue (para algunos) 151 años después.

PD. Para celebrar la efeméride, hoy en Zaragoza se celebran las Jornadas sobre Difusión de la Ciencia. Entre otras actividades, esta tarde a las 19.15 tendrá lugar un espectáculo sobre la vida de Darwin.

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