jueves, 4 de noviembre de 2010

La primera voz del cine

Estamos en 1923. Una chica de 16 años conquista Nueva York: se llama Concha Piquer. Tanto es su éxito que le proponen algo nuevo: grabar una película sonora. En ella, la cantante se dedica a cantar un cuplé, una jota y un fado, además de un monólogo costumbrista aragonés durante 11 minutos. Aquí la podéis ver.

El problema es que los distribuidores pensaron que eso del cine sonoro no triunfaría (no eran los únicos, recordemos que otros muchos, como Chaplin, eran de la misma opinión). Sin embargo, llegó a exhibirse en el cine Rivoli de Nueva York. Tras el fracaso, el director, Lee DeForest, intentó venderla en España en 1927, por lo que la película se creyó hecha en ese año. El mismo en que se proyectó El cantor de Jazz, que hasta ahora era la primera cinta sonora, en la que por cierto también participó la Piquer doblando a un niño.


De la grabación, pocos tenían noticia hoy en día, y los que sabían de ella pensaban que databa de 1927. Pero  Agustín Tena buscó en Internet Movie Data Base (IMDB) y vio que era de 1923. Lo comprobó en la Biblioteca del Congreso de EEUU, donde estaba en depósito... y así era: acababa de descubrir la primera película sonora. 

Esta noche a las 22h00 La 2 emitirá "Imprescindibles", donde mostrarán la película.

Parece extraño que no se conociera hasta ahora cuál era la primera película, pero es bastante corriente en la historia del cine que se desconozcan datos similares. Por ejemplo, durante mucho tiempo se pensó que la primera película española era Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza, aunque ahora se cree que es la más antigua conservada (la primera parece ser Entierro del General Sánchez Bregua).

Una razón es que las primeras películas eran muy frágiles, otra, que eran muchos los que investigaban mejoras. Por ejemplo, George Méliès y Segundo de Chomón crearon efectos especiales similares casi al mismo tiempo, como el stop-motion, que se sigue utilizando. Ah, y encima, se copiaban los temas. Por ejemplo el francés Méliès copió al turolense Chomón en sus películas sobre hoteles (que podéis ver haciendo clic sobre sus nombres) al contrario que con los viajes a la luna, donde fue Chomón el que calcó la película de Méliès).

Pero en esto ya se sabe: el primero es el que se lleva la gloria, y la del cine sonoro es de DeForest y Concha Piquer... por ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario