El asesinato de las niñas de Alcasser, la riada de Biescas en 1996, los atentados del 11-S y del 11-M, los terremotos de Haití y Chile… Todos ellos son ejemplos de sucesos famosos que los ponentes han recordado durante sus exposiciones. Se ha hablado de que los sucesos cada vez se ven más limitados a la prensa regional y se ha criticado lo que Jesús Duva ha llamado el “reporterismo telefónico”. Y él mismo ha añadido "Si los sucesos están en extinción, el periodismo está en extinción".
Manuel Marlasca ha hablado, con relación al “reporterismo telefónico”, del que José M. Gómez escribió un artículo en el que decía que los reporteros tenían que gastar suela de zapatos. “Uno se hace reportero hablando con la gente”, explicaba Marlasca. Después, Mayka Navarro ha dicho que a los periodistas de los últimos años les pesa mucho el culo. Nadie ha parecido inmutarse y entonces Mayka les ha espetado: “¿No me abucheáis? Os estoy diciendo que sois unos comodones”. Entonces, los alumnos han abucheado y después han aplaudido. Por esto, más tarde, una alumna de periodismo ha pedido el micrófono para responder a la periodista y protestar por su comentario. El resto de alumnos han aplaudido también en esa ocasión. A modo de disculpa, Navarro ha explicado que no había querido decir que el mal del periodismo fuera responsabilidad total de los becarios y sus compañeros han salido en defensa de la periodista.
Como ejemplo de ese periodismo desde la silla, Navarro ha contado una anécdota de un compañero experimentado de su diario que tenía que ir a un pueblo de Cataluña a cubrir una noticia. Como no pudo acudir, buscó fotografías en internet, pero describió un pueblo totalmente diferente ya que había dos pueblos que se llamaban de la misma manera.
Se ha hablado también de que el problema de los sucesos es la falta de seguimiento de los asuntos: se les da un flashazo y desaparecen. Una excepción a esta afirmación es el caso de Marta de Castillo. Marlasca opina que no se hizo un buen seguimiento del caso porque no se entrevistó a las personas adecuadas. “Los sucesos no los pueden escribir cualquiera, tienen que ser personas que hayan trabajado y se hayan preparado en el género” había dicho Marlasca anteriormente. Duva añadió que los sucesos tienen un lenguaje y un estilo propios.
Y es que, los sucesos, las pequeñas cosas, son de las que se hablan al llegar a un bar, como decía Marlasca. Probablemente hablemos antes de un perro que haya muerto asfixiado que un nuevo plan de gobierno. Seguramente nos enganche más una noticia en apariencia sin importancia pero con buen titular, que una que hable de política. Por eso, no según ellos, los sucesos no están en peligro de extinción. Lo que está en extinción, son los buenos reporteros de sucesos.
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